sábado, 29 de diciembre de 2012

Sufrimiento en Lisboa: Mi Maratón

 Aunque un poco tarde ya, voy a escribir sobre mi maratón de Lisboa, en la que participé el pasado 9 de diciembre. Lo escribí al día siguiente pero no había encontrado el momento para subirlo, es un poco rollo, jaja, va!



¡Todo listo!

 A las 5:45 sonaba el despertador. Habíamos plegado velas sobre las 22:30 y me levantaba descansado. La tarde anterior la había pasado bastante relajado en la habitación. A las 6 bajamos a desayunar ya que nos habían comentado que era la hora de apertura, pero nos encontramos con que no y tuvimos que esperar media hora (ya les vale). Yo mi desayuno habitual, algo de fruta, pan con mermelada y café (Cris comió algo más, jaja). Pero poco tiempo hasta la carrera me provocará algún síntoma de flato en los primeros kilómetros, pero anda grave.


Cris y yo con nuestras camisetas personalizadas

 De vuelta  al habitación, ducha y listos. Para el estadio. Fuimos en taxi y llegamos a la salida como 45’ antes. Bien de tiempo. Decidí ir por última vez al baño, algo también habitual, pero la cola era larga y avanzaba poco. Las letrinas lamentables, un punto negro de la organización (no fue el único). Después corriendo a dejar mis cosas al ropero. No sin antes embadurnarme en vaselina. La temperatura era ideal, unos 10/12 grados. Llevaba pantalón corto y camiseta de hombrillos hecha para la ocasión con el nombre de mis pekes y Cris!! Unos manguitos para el fío y guantes. No me puse gorra y como el cielo estaba despejado me calcé gafas de sol. Sin calentar nada me fui a la salida. En maratón el calentamiento no es tan importante pues puedes calentar en los primeros kilómetros aunque 10’ y unos estiramientos me habrían venido genial… ;-)


Recogida del dorsal y foto


 En la salida, nervios hasta que sonó la bocina. Unos tambores animaban la salida. Fue realmente muy emocionante. Los primeros kilómetros vas como en una nube. Rodeado de gente y con las piernas frescas, a menudo tenia que ir frenándome. Enseguida llegamos a la zona norte de Lisboa, la zona de los estadios. El del Sporting realmente bonito por el colorido. Mi idea era bajar de 3:45, nada ambiciosa (mi anterior marca fue de 3:51) pero sabía que no llegaba preparado bien para acercarme a los 3:30 por lo que debía ser prudente. Eso significaba un ritmo de 5:15 min/km. Sin embargo la primera parte “invitaba” a correr más por lo que no lo desaproveché, siempre controlando mi pulso sub 140 ppm. Casi sin pensarlo llegamos al km. 10, en una fuerte bajada. Justo en ese punto un par de bobos decidieron pararse justo en medio, y se llevaron un empujón de mis parte… el dicho de ‘hay tontos en todas partes’ se cumplió. Transitábamos por una zona (noroeste) de poca vida y un tanto aburrida. Otro fallo de la organización. Hasta el km 15 no nos dieron bebida isotónica, en el 5/10 sólo agua. Así encaramos las avenidas principales, la de la República y la de la Libertad. Con una prominente bajada aprovechamos a rodar rápido (mi mejor km, el 18 en 4:32). 

Perfil, ojo a los últimos kilómetros

 Llegamos al mar y cogemos la carretera que nos llevará al monumento a los descubridores y a Belém (Avda. de la India) Así pasamos por la media (donde se iniciaba la prueba de media maratón) en 1:51, muy bien si podía mantener el ritmo. Desgraciadamente a los veintipocos kilómetros comencé a tener molestias en la rodilla izquierda. Malas noticias ya que pasaban los km y las molestias no desaparecían. Eso me hizo bajar el ritmo. Seguía comiendo y bebiendo bien pero se me venía a la cabeza el tener que abandonar y fueron momentos duros. Quedaba un mundo todavía y las sensaciones eras muy malas. Me costaba mucho mantenerme por debajo de las 140 ppm y a veces me acercaba a las 150. Pasmos por el precioso monumento a los descubridores y por la imponente Torre de Belém En eso nos cruzamos con el que iba primero (dorsal 3) y después con el resto de los que marchaban por delante. En Belém (sobre el km 30) dimos la vuelta ya comenzábamos a  ver a los que iban por detrás, algo que venía bien psicológicamente. Por esa zona me quedé sin música, mi MP3 se quedó sin pila pese a que entrenando me había durado más. Afortunadamente el dolor de la rodilla se me fue pasando pero las malas sensaciones no, y para añadir comenzó a molestarme el gemelo derecho con calambres. Volvían las preocupaciones. Sobre el 32/33 y con un dolor ya insoportable decidí parar a estirarlo. Milagrosamente fue mano de santo y me los dolores se fueron. Sin embargo los tiempos ya no salían por sobre 5:30-5:40. Hasta el km 30 me había mantenido siempre por debajo de 5:15, pero desde aquí se me dispararon. Sobre el km 35 me llevé una sorpresa al encontrarme con Cris. Ella había corrido la carrera de 6 km y le había dado tiempo a llegar. Le di los manguitos (que me había bajado tiempo atrás) y los guantes (de esto me arrepentí). 


El mejor momento de la carrera :-)


 De nuevo a la plaza del Comercio, ya nos quedaba poco, sólo 6 km pero quedaba lo peor, la subida al estadio. Aunque en ese momento ya tenía seguro que llegaría a la meta y el dolor ya casi ni importaba. En esa zona de nuevo tuvimos que soportar los adoquines del suelo, nada cómodos en unas piernas muy lastradas. Los últimos 4 km son simplemente brutales. Cuestas infinitas en la que no se veía el final y en las que la mayoría de la gente iba andando. Yo no quería hacerlo, es una de mis máximas, y no lo hice. Lento pero constante, por encima de 6/km. Ya iba muerto (literal). En el último km se suaviza un poco y el giro al estadio indica que ya se acaba. Entrada al estadio y fin. Curiosamente estos últimos kilómetros, pese a las cuestas, lo pasé mejor que en Sevilla (que temí el colapso físico). Tiempo en meta 3:44:27, y real en mi GPS 3:43:55. Objetivo cumplido, bajando de 3:45 y mejorando en 8' mi tiempo en Sevilla.

 En la meta todo es un poco caótico. Ni toallas, la bebida isotónica se había acabado (luego trajeron más). La organización estaba a nivel de una carrera mala de 10 km de España. Pese a todo la felicidad era enorme, con mi medalla y mi camiseta de finisher. Ya nadie me la podía quitar, me había ganado el derecho a llevarla!! 

Mí tesoooooro...!!

sábado, 8 de diciembre de 2012

Sólo quedan horas...

En Lisboa a pocas horas de comenzar a correr por el Estadio Primero de Mayo. Escribo desde el hotel, después de haber cenado muy suave arroz y pollo.

En la expo del corredor
Esta mañana hemos ido a por los dorsales al estadio, una expo muy pequeña y una bolsa del corredor de las más pobres que he visto, aunque para mi nunca ha sido algo muy importante.


Con Cris en el Monumento
a los descubridores 
Hemos comido muy bien en un restaurante italiano, pasta con salmón yo y Cris una pizza. Después hemos decidido ir a ver algo de Lisboa pero sin andar mucho para no cargas las patas.Hemos ido al barrio alto, a la Torre de Belém y  al monumento a los Descubridores. Unas fotitos y para el hotel. Para cenar hemos elegido un vegetariano que había cerca pero nos hemos encontrado con el local cerrado. Al final hemos terminado en el "Sushi King", buffet libre japonés. No me atraía mucho por las salsas, pero me he limitado a comer algo de arroz y un par de pechugas de pollo a la plancha. Y una cervecita, jeje. Cris se ha puesto fina de sushi, es su plato preferido.


El material listo
Ya en de vuelta al hotel y a descansar. Todo esta ya preparado y el despertador sonará a las 5:45. el hotel nos abre el desayuno a las 6, una hora antes para la Maratón. A las 8 nos recogerá un autobús que nos llevará al estadio, aunque no está muy lejos.

Suerte!!

jueves, 6 de diciembre de 2012

Lisboa: Alea iacta est!


Terminó la preparación. Se ha hecho lo que sea ha podido aunque creo que lo normal es pensar que no vas lo suficientemente preparado. Soy consciente de lo que me ha faltado, cosas importantes, pero ya no hay escusas. 


En estas 13 semanas he completado casi 600 km (597) en 20h33'. Unos 46 km de media en cada una de estas semanas sin incluir los 42 que me quedan el domingo ;). Es una cifra algo escasa, pero los escasos problemas físicos que he tenido han sido en las semanas de mayor carga además de la planificada y necesaria media maratón que no pudo ser por esos mismos problemas.



Parafraseando a Julio César antes de cruzar el Rubicón, 'Alea iacta est!', la suerte está echada. Yo no voy camino a ninguna guerra civil, pero lucharé tanto como él.



Con mi hija el día del último entreno fuerte